lunes, 23 de noviembre de 2009

FILOSOFÍA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

El lugar de la cultura en la sociedad cambia  cuando la mediación tecnológica deja de ser meramente instrumental para espesarse, densificarse y convertirse en estructural. Pues la tecnología remite hoy no sólo a nuevos aparatos sino a nuevos modos de percepción y de lenguaje, a nuevas sensibilidades y escrituras.

Radicalizando la experiencia de des-anclaje producida por la modernidad, la tecnología deslocaliza los saberes modificando tanto el estatuto cognitivo como institucional de las condiciones del saber y las figuras de la razón (Chartron), lo que está conduciendo a un fuerte emborronamiento de las fronteras entre razón e imaginación, saber e información, naturaleza y artificio, arte y ciencia, saber experto y experiencia profana (Castells).

La verdadera cuestión que nos plantea la técnica es, según Heidegger, la de su  esencia, ya que la esencia de la técnica no es algo técnico, esto es, no pertenece al orden del instrumento. Recogiendo la línea proveniente de Husserl, Heidegger afirma que en la técnica hay una razón, una racionalidad propia, pues “en cuanto producción, la técnica es un modo de develamiento, de desocultación”.

A partir de esto, ¿cómo ha llegado a cambiar la tecnología nuestra vida cotidiana? ¿De qué manera la técnica y lo tecnológico se expresan diariamente en el trabajo, las relaciones y las emociones?.

Os dejo el referente que ha inspirado escribir este texto, por si a alguien le pica la curiosidad. Jesús Martín-Barbero.

Saludos.

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